[...] A pesar de ello, como venimos de una década de mejora sostenida de la inversión en bibliotecas, nuestro Ministro de Educación, Cultura y Deporte ha afirmado que “las bibliotecas han tenido muchos recursos en los últimos años. Hay, me parece, 226 millones de libros […] A mí me gustaría que hubiese más recursos, pero las bibliotecas públicas están bien surtidas. Faltarán las novedades…” (Entrevista en El País; Seisdedos 2012).
[...]
Pero, ¿cuáles están siendo realmente los daños? Gracias al Mapa en Google de recortes en los servicios bibliotecarios1 y a los colectivos “No al préstamo de pago”2, la “Plataforma para la creación del Colegio profesional en Madrid” (Coabdm)3 o el blog Defensa bibliotecaria4, se está teniendo constancia regular de bastantes despidos de profesionales, reducciones de horarios, cierres, cancelación de programas de subvención o actividades como clubes de lectura o talleres, confirmándose el previsible empeoramiento de la situación en las bibliotecas (Gómez Hernández, 2012).
[...]
En la prensa hemos visto los ecos, por ejemplo, de los despidos de colegas bibliotecarios de ciudades medianas como Guadalajara, Cuenca o Albacete, pero no tanto los de municipios pequeños que han cerrado las bibliotecas por toda la geografía española. Hemos podido observar que en las Comunidades Autónomas con un sistema bibliotecario poco articulado los daños han sido mayores, porque éstas se han limitado a financiar las bibliotecas de su dependencia directa –normalmente su biblioteca regional o autonómica- y han dejado de dotar los programas para ayudar a las adquisiciones, subvencionar contrataciones de personal o apoyar la formación de los profesionales de la red de bibliotecas locales.
[...]
En 2013 la política económica marca un objetivo de reducción de déficit aún más duro, llevando a una nueva reducción de los presupuestos de las administraciones autonómica y local, responsables de soportar los costes de las bibliotecas públicas. Con la expectativa de seis millones de personas desempleadas y muchas situaciones de carencia extrema, no podemos esperar sino todavía menos financiación pública para la cultura o las bibliotecas.
[...]
En el plano reivindicativo, como ha destacado Anglada (2012) debemos defender las bibliotecas porque no lo harán otros por nosotros, y quizás organizadamente a través de las asociaciones profesionales.
[...]
Texto completo en http://www.thinkepi.net/adaptacion-reacciones-sector-bibliotecario-crisis-presupuestos-publicos-cultura
Por José-Antonio Gómez-Hernández, en Notas ThinkEPI 2013