Cerrar una Biblioteca en plena crisis es como agujerear los botes salvavidas de un barco en plena tempestad; recortar sus ingresos es como tirar al mar los remos para que los posibles náufragos vaguen a la deriva hacia una muerte lenta y dolorosa.
Las dificultades no son elementos extraños a las Bibliotecas, más bien ambas vienen conviviendo desde tiempo atrás. Dicen que los grandes hombres destacan en las peores situaciones; pero yo creo que los grandes hombres destacan en todas las situaciones. Se dice que esta crisis (otra dificultad más) es una buena oportunidad para las Bibliotecas en su afán por hacerse valer; lo es, pero no la única (si la Biblioteca sobresaliera solamente en los momentos de penuria, pasaría a tener la misma concepción que los hospitales, totalmente necesarios pero donde nadie quiere volver)
La Biblioteca está siempre alerta, vigilante y analizante para adelantarse a las necesidades de su sociedad, a la que sirve y al mismo tiempo a la que refleja. La Biblioteca nunca dice no, para ella todo es posible, menos el doblegarse a la política del miedo. No hay un servicio público ni privado tan completo, rentable, práctico y simbólico como la Biblioteca. Nadie da tanto por tan poco.
[...]Sea lo que fuere, la Biblioteca es un servicio social básico, y no entenderlo así es un lujo demasiado caro para poder permitírnoslo, y menos en estas circunstancias tan penosas cuando las brechas se agrandan, la formación permanente se hace imprescindible para sobrevivir, los centros de recursos son vitales para los emprendedores, y cuando es más necesario que nunca un punto de referencia en la búsqueda del amparo constitucional, de la cohesión colectiva y de la justicia social.
[...]Texto completo en http://www.biblogtecarios.es/robertosoto/tanto-por-tan-poco-la-biblioteca-un-servicio-social-basico
Blog de Roberto Soto, sobre el mundo de las bibliotecas móviles